Nos pusimos manos a la obra. Presentamos a nuestros nuevos ageritas en nuestras redes sociales y empezamos la difusión en busca de buenas familias para ellos. Mientras esperaban, ellos se lo pasan pipa jugando y explorando el mundo sintiéndose por fin seguros, queridos.

El primero con "suerte" fue Kiko, una familia se interesó en él y dijeron que querían darle un hogar. Y ahora explico las comillas...

Dos cosas me vienen a la cabeza. La primera, por desgracia no tenemos una bola de cristal, no podemos ver el futuro. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para que las adopciones funcionen. Intentamos hacer nuestra parte como asociación, con mucha dedicación para que todo vaya bien, para que ese agerita al que rescatamos consiga su final feliz. Existe un protocolo previo a la adopción que sirve para que esta sea una decisión pensada. Es un ser vivo al que se pretende integrar a la familia, un ser que siente y padece y por tanto merece que se tomen la decisón en serio, que comprendan el compromiso que explicamos siempre respecto a la adopción.

La segunda cosa que se me viene a la cabeza es algo que ya lo hemos dicho antes: No es obligatorio tener perro. NO. No se trata de completar el cuadro familiar con un perro. NO. Adoptar implica compromiso. Es y debe ser para toda la vida. Porque no son juguetes. Adoptar significa salvar una vida, no abandonarla. Antes de adoptar, por favor, piénsalo bien.

Nosotras pensábamos que Kiko había encontrado su lugar en el mundo. Incluso le pusieron un nuevo nombre, Daiki. Compartimos la buena noticia por nuestras redes sociales. Pero unos meses después nos lo devuelven. Así que este cachorrón guapetón y mimoso busca una nueva familia, una de verdad, porque la familia nunca abandona. Es muy juguetón y sociable con todo el mundo. Un cachorro de cinco meses que solo quiere descubrir el mundo. Si quieres conocerlo, escríbenos. #AdoptaConResponsabilidad #AdopciónResponsable.