La historia de Robin nos conmovió mucho, nos hizo respirar hondo más de una vez al escribir algo de él, de las condiciones en las que venía.
Robin fue encontrado deshidratado, hambriento y con media cara paralizada, posiblemente por un golpe, según el pronóstico del veterinario. Nos miraba con unos ojitos que nos dolía en los más profundo.
Estaba claro que Robin alguna vez tuvo "familia" o algo parecido, alguna vez fue el compañero de alguien, y quién sabe, a lo mejor querido... El amor no tiene límites, pero el humano de Robin si los tenía.
El pobrecito no tenía miedo, se integró de maravilla a la manada, pero él no quería estar solo y siempre buscaba cobijo en nosotros, era muy cariñoso y buscaba estar en brazos y acurrucado con alguien.
Congenió de maravilla con Otto (amigo de todos como podéis leer en su historia)... y Otto, de alguna manera, le transmitía a Robin tranquilidad y seguridad, y se volvieron amigos inseparables :)
Ambos fueron los BECARIOS PERRUNOS de Tiendanimal de Colmenar Viejo. Otto fue el primero en ser adoptado, pero felizmente la adopción de Robin no tardó mucho en llegar, un historia emotiva como un cuento navideño. Fue todo MÁGICO :)