Wendy, la de los ojos bonitos, con su mirada nos cautivó, nos hacía cada monería que nos derretíamos de amor.
Llegar a un lugar frío donde los perros tienen un nivel de estrés importante, por el poco tiempo que se les ha dedicado, por el volumen de compañeros de chenil, etc... la sorpresa no fue llegar al CPA y ver el panorama lúgubre, el cual esperábamos, sino ver esa mirada tierna y encantadora de Wendy.
Ella era la compañera de chenil de Otto e Iris, y como podéis imaginar, la convivencia era dura, ya que el habitáculo que compartían era reducido y poco digno, pero ella siempre tenía una cara simpática que parecía que nos sonreía.
En los paseos se apuntaba la primera, en las sesiones de mimos se colaba aunque no le tocase, un verdadero amor de perra, una perra que nos alegraba siempre las mañanas con sus travesuras y ocurrencias. Intentaba colarse siempre en algún coche y curiosear todo lo que traíamos para la renovación del CPA.