Ha pasado por muchas cosas, por algunas manos quizás, y en el camino su historia se fue olvidando...

Conocimos a Jazz gracias al Proyecto que desde AGERAA venimos realizando colaborando con protectoras y grupos de rescate, que solo buscan dar una oportunidad a los olvidados en perreras.

Y cuando llegó a nosotras su historia no era más que ella misma, lo que veíamos. Poco o nada se sabe de ella, solo que al principio es un poco desconfiada, solo ella sabe por qué. Necesita estar segura que no le harán daño, y que le darán "su tiempo y su espacio" para poder dar ella el primer paso ☺️. Luego pide caricias y le gusta los mimos.

Todos tenemos un pasado, algo que nos marca un antes y después, esa desconfianza pronto se volverá un movimiento de rabito gracioso y nos enseñará su lado más cariñoso... cuando ella pueda, cuando esté preparada 😊.

Jazz solo necesita una familia que la quiera y le dé la oportunidad de tener un verdadero hogar.