La suerte de Kenai cambió el día que Nerea se cruzó en su camino. Ella, junto a Julián y con la ayuda de ERA lograron rescatarlo. No fue una tarea fácil. Fue el trabajo de muchos días haciendo rutinas de comida, yendo poco a poco para no asustarlo. Como era lógico, Kenai desconfiaba del humano, no se acercaba y mucho menos se dejaba coger. Poco a poco, respentado su espacio, sus tiempos, con empatía, respeto y un trabajo bien hecho, pudieron ponerlo a salvo.

Ahora empezaba una nueva vida para Kenai. Una nueva etapa donde seguir trabajando con paciencia, respeto y empatía. Nosotras sabemos que ahora tiene un lugar seguro donde cobijarse, que nunca le faltará comida, que los humanos que ahora ve a diario no le harán daño, pero eso él no lo sabe, eso Kenai lo va descubriendo poco a poco. El miedo a lo nuevo y la desconfianza a los humanos es muy normal tras un rescate. Somos como "rescatistas / secuestradores".

Pasaron semanas desde su rescate y Kenai se mostraba mucho más confiado. Nos iba conociendo y nos permitía conocer al cachorrón noble y bonachón que es él.

Pronto descubrió que algunos artilugios como el arnés y la correa no son malos, empezó a disfrutar de paseos, de la compañía del humano, algunos jueguitos, uno de los primeros perretes que conoció fue a un agerita que os tiene que sonar, con el que pasó una buena tarde. Pudimos ver a un Kenai con ganas de interactuar con otros perros, un Kenai que ya disfrutaba de la compañía humana, un Kenai que descubrió que unos buenos masajes pueden ser muy agradables... En definitiva, veíamos a un Kenai listo para dar el siguiente paso, ser parte de una familia.

Cada agerita que hemos rescatado es un mundo. Hay algunos que se adaptan más fácilmente a la vida en un refugio mientras  esperan su adopción y hay otros que no, que llevan muy mal cuando el humano tiene que irse y se quedan solos. Por desgracia, Kenai era de estos últimos. Avanzamos muchísimo con él y estaba listo para irse a  una casa. En este caso se volvía una gran necesidad, KENAI NECESITABA DEJAR EL ALBERGUE. Él no entendía por qué debe quedarse solo cada día. Lo pasaba mal. No queríamos que esto le afectase más, no queríamos que se deprimiese. Necesitábamos ACOGIDA O ADOPCIÓN URGENTE.

Por suerte, conseguimos una casa de acogida para kenai, aunque por razones personales solo podía ser una acogida temporal. La necesidad de Kenai de dejar el albergue era máxima, se estaba deprimiendo. Llevaba muy mal la soledad del chenil. 

Este bebote es simplemente adorable, lo está haciendo muy bien. Kenai es un cachorrón que solo quiere eso, difrutar de la vida y ser el cachorro que no pudo ser hasta ahora.

Kenai descubrió lo que es vivir en un hogar. Ha pegado un cambio increíble. Por fin podemos ver el cachorrón que es. Le gusta disfrutar de la compañía humana, conocer colegas perrunos en los paseos y hemos descubierto que es bilingüe porque en su casa de acogida habían unas gatitas que le daban clases de gatuno 😺.

Lo malo es que el plazo de la casa de acogida se terminaba y volvíamos a poner la cuenta atrás. Solo teníamos pocas semanas para encontrar a Kenai una familia definitiva. Si no encontrábamos una adopción pronto, muy a nuestro pesar, tendría que volver a la residencia. No queríamos ni pensarlo.

La mala noticia es que todavía no hemos podido encontrar una adopción para Kenai. Sabemos que su familia definitiva, esa que disfrutará de las aventuras con este cachorrón, está por ahí, solo que aún no la conocemos. Por eso es tan importante que nos ayudes a difundir este post.

La buena noticia, dentro de lo que cabe, es que Kenai no tuvo que volver a la residencia. La acogida que tenía era temporal, lo sabíamos. Siempre estaremos agradecidas por haber ayudado a Kenai. Pudimos ver a ese cachorrón adorable que es, vivió aventuras perrunas, aprendió gatuno... Ahora Kenai está en una nueva casa de acogida:-) Si sigues nuestras redes sociales, seguro te suena. Abajo te dejo un video del día que Kenai fue a su nueva casa de acogida, y que además, conoció a su mejor amigo.