Nos cuesta mucho entender como un ser humano es capaz de hacerle daño a un ser inocente. Y por mucho que veamos casos como el de Teo, nunca nos acostumbraremos. Estos animales necesitan protección, necesitan un gobierno que verdaderamente los proteja. Necesitamos leyes más duras contra el maltrato animal. Basta de tanta impunidad. Es nuestra obligación, como humanos que nos hemos puesto en lo alto de la pirámide, protegerlos de verdad.

Teo no se merece lo que le ha tocado vivir. No queremos ni pensar lo que ha sufrido. Ahora nos toca mirar hacia adelante.

Teo es un campeón. En poco tiempo, va recuperándose tanto física como emocionalmente. Empezamos a ver un perrete joven, travieso, curioso, juguetón, mimoso y gracioso. Antes llegábamos y se iba, ahora nos recibe contento. Tenemos la gran suerte de contar con una red de voluntarios que siempre está dispuesta a dar lo mejor de sí por nuestros ageritas.

Es muy jovencillo, la vete le calculó unos dos añitos. Quizas nunca tuvo la oportunidad de ser un cachorro y hacer cosas de cachorros. A nosotras nos alegra el día cuando le vemos jugar con algo.

Ahora Teo necesita seguir avanzando y lograr ser el perro feliz que merece ser, el compi perruno de una familia que lo quiera de forma incondicional, como ellos saben querer.

¿Quieres que Teo forme parte de tu vida? ¿Quieres darle ese final feliz de película que tanto merece? No dudes en contactarnos.