DESCUBIERTA NUEVA RAZA DE GATO

jul 10, 2021

Sí, nueva raza de gato, ¿no lo has oído? Seguro que sí, seguro que la has escuchado cientos de veces pero no has prestado atención. El gato callejero, también conocido como gato feral.
Vale venga… raza raza, lo que se dice raza… pues no es, pero para que nos entendamos… son gatos que quieren vivir en la calle. Les gusta. Es su modo de vida y no sienten la necesidad de estar en una casa. Pero, ¿cómo se ganan la vida estos gatos? Las cosas no son fáciles ahí fuera. Peligros, carreteras, enfermedades, rebuscar en las basuras… Todo tendría que resultarles más sencillo y ellas lo saben. ¿Que quién son ellas?

 Seguro que en tu barrio las has visto alguna vez. Casi siempre una mujer, camina sola, con bolsas resistentes al hombro y hasta arriba de cosas. Suele ser pienso y comida húmeda de gatos. Alguna mantita cae también. Y muy probablemente medicinas.
No, no es una loca de los gatos, ni alguien que no tiene nada mejor que hacer. Es una alimentadora de colonia y como decía la periodista Berta Ferrero “Las locas de los gatos no están locas y tienen carné”.

Son alimentadoras autorizadas por el ayuntamiento. Controlan colonias de gatos, también autorizadas por el ayuntamiento. Ellas se encargan de todo, alimento, medicamentos, visitas a veterinarios, e incluso detectar si hay gatos nuevos. Porque con demasiada frecuencia se encuentran nuevos inquilinos en la colonia. Nunca son gatos ferales. Siempre son gatos caseros a los que un día sus “familias” decidieron soltar en la calle. Algunos consiguen (más o menos) adaptarse a la nueva situación, pero tenéis que saber que la gran mayoría de ellos acaban solos, atropellados, maltratados por gentuza que sí que no tiene nada mejor que hacer, o mueren por enfermedades o desnutrición. Las gestoras de la colonia se encargan de dar el aviso de “gato casero busca familia” y las rescatistas y protectoras nos ocupamos de que la maquinaria se ponga en marcha para encontrar esa familia adoptante lo antes posible.

Nuestro último becario gatuno Bowie salió de una de esas colonias, y gracias a Guadacat que se ocupó de sacarle de la calle pudimos entre todas encontrarle una buena familia. Ahora toca encontrar otra igual de buena para Indi, por cierto, nacido en colonia.

En las colonias se hace lo que conocemos como C.E.S (o C.E.R.), capturar, esterilizar y soltar (o retornar). De esta manera se consigue que deje de haber cada vez más y más gatos en las calles. El día de la esterilización aprovechan la sedación y se les hace un cortecito en la oreja derecha si es hembra y en la izquierda si es macho a modo identificativo. Así todo el mundo sabrá que ese gato ya tiene su C.E.S hecho. Curioso, ¿verdad?

Esto es lo que hacen en colaboración con el ayuntamiento pero además ellas se encargan de alimentarles y proporcionarles los cuidados veterinarios que puedan necesitar.

Como ves las alimentadoras son mucho más que eso, son sus ángeles de la guarda. Gracias a ellas sobreviven. Es así de crudo.

Para ellas no hay días libres, no hay vacaciones, no hay bajas por enfermedad. Tienen grupos de whatsapp entre alimentadoras y hacen turnos, en algunos casos cogen autobuses para ir a otros barrios si alguna compañera se ha puesto mala o no puede atender su colonia ese día. Un auténtico sacrificio que hacen voluntariamente y que es digno de admiración y de respeto.

Lo peor de todo es que muy lejos de agradecerles esa labor, se les ataca. Cada semana sus colonias son víctimas de actos vandálicos. Les tiran la comida, les destrozan las casetas y las rocían con lejía, y algunos vecinos las increpan porque consideran que los gatos son un peligro y una molestia para el barrio. Unos dicen que la comida atrae a las ratas, otros que si les alimentan no se comen a las ratas. El caso es quejarse de algo. Pónganse a trabajar o a hacer algo productivo por favor, ¡¡tanto mirar y tanto criticar es malo para la salud!!

A mí me dan ganas de decirles si no sería mejor que increparan al vecino que dejó allí al gato abandonado aquel día en vez de a la persona que tiene empatía, y carné expedido por el ayuntamiento, no nos olvidemos.

Los animales de la calle son responsabilidad de los ayuntamientos, sin embargo hay personas que se ocupan de cuidarles porque la mayoría de ellos hace lo justo para cubrir el expediente y además no tienen personal cualificado para hacerlo. Habrá ayuntamientos que pongan más de su parte, no lo dudamos, pero en la gran mayoría de ocasiones esta es la situación.

Llegados a este punto ya no nos vamos a poner exquisitas y pedir que la sociedad las ayude, tampoco si me apuras que se lo agradezcan, pero al menos que respeten su trabajo y sobre todo que no lo echen por tierra.

Esas alimentadoras son sencillamente buenas personas que un día decidieron no mirar para otro lado, dieron por imposible que los verdaderos responsables de estos animales se hicieran cargo de ellos de manera responsable y decidieron ocupar gran parte de su tiempo en salvar vidas inocentes.

Entre nuestras voluntarias hay varias alimentadoras, desde aquí les digo que no se dejen intimidar por los haters y que sigan haciendo felices a tantos gatos que las necesitan.

Nosotras seguiremos apoyando su causa y ayudando en todo lo que podamos.

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